miércoles, 11 de octubre de 2017

de Renji. Crónicas del cazador 1



Nota: Es importante destacar que el relato se desarrolla desde la perspectiva y versión de los hechos de la víctima y no desde mi personaje el cual es Renji
Nota 2: Cabe decir que los únicos dos testigos y conocedores del desarrollo de la historia son solo la víctima y mi personaje, por lo demás el conocimiento de esta historia es omnipresente y al leerlo NO quiere decir que formas parte de los hechos.
Agradeciendo esto, les dejo mi Primer relato de Amigo Siniestro.

Lindos Ojos (1)

El aroma a madera quemada mientras arde el fuego en la fogata que has realizado en los bosques de Altara te hace sentir reconfortado. Estiras tu brazo y acaricias el lomo de tu compañero y aunque el bosque esta oscuro, ambos se las apañan y sobreviven en soledad retirados de las ruidosas ciudades. Últimamente el clima ha estado mal, pero eso no impide tener una alegre sensación familiar junto con tu camarada. Cuanto más lo piensas, más disfrutas de este cielo despejado de hoy, que te permite ver las estrellas en su totalidad: un gran manto de cuerpos celestes que invaden tus ojos, y capturado en tu mente queda el firmamento de aquella noche.
De pronto algo te exalta, olfateas el aire y sientes la presencia de alguien más, pero no le das importancia y continúas en lo tuyo. Quizás sea un viajero abatido por la calzada, o quizás un buhonero sin escrúpulos lo que justificaría ese molesto aroma.
Sin más preocupaciones te hechas a dormir junto con tu compañero. Pasan algunos minutos. Entonces tu camarada levanta la cabeza y  comienza a gruñir, notas que el aroma de quien creías estaba lejos se encuentra muy cerca considerando que ha pasado poco tiempo: tan solo has cerrado tus ojos un momento. No ha pasado mucho, te incorporas sentándote luego de haber estado acostado y comienzas a observar el perímetro de lo que te rodea. No hay nada, pero sientes la presión de que alguien está allí observándote. De pronto un escalofrió invade tu espalda y hace que cada uno de los bellos que forman parte de ella se ericen junto con una sacudida de los músculos de esta misma.
Quizás solo estas suponiendo cosas, pero de todas maneras apagarás el fuego, ya que tus ojos te permiten ver en la oscuridad. Te levantas y empujas la tierra contra el fuego, al levantar la mirada vez lo que te parece algo extraño sobresaliendo desde un árbol.
Esperas que tu vista se ambiente ya que aún conservan el brillo de la fogata. Entonces poco a poco miras mejor y enfocas hasta que lo vez, está allí, un hombre saca solamente su cabeza desde un árbol y te observa desde relativamente lejos con una sonrisa casi forzada y unos ojos bien abiertos hacia ti. El pavor te invade y tu compañero se levanta rápidamente al sentir tus emociones y gruñe en dirección hacia tan escalofriante sujeto.
Los bellos de tus brazos se erizan, y por alguna razón su presencia te saca de ti totalmente. Tomas tu vara y la sostienes con firmeza mientras observas que aquel sujeto comienza a sobresalir por completo del árbol lentamente; te parece que tan solo es un muchacho, pero en su rostro trae algo: un rostro de locos es todo lo que puedes resumir. Entonces el silencio del bosque se rompe en una escalofriante y chillona risa que te deja sin respiración; nunca habías sentido tal cantidad de presión, y aunque el pánico no se termina de montar en tu corazón sientes algo que te hace aborrecer a aquel muchacho.

El muchacho comienza a correr en dirección hacia a ti, es más veloz de lo que parecía en un principio. Sostienes tu larga vara y respiras profundamente mientras compartes tus emociones con Colmillo Gris, tu lobo. Este se interpone entre tú y el sujeto que se detiene de golpe al escuchar el agresivo ladrido de tu camarada.

Dices ‘¿Quién eres y que quieres? Si es comida y agua lo que buscas podemos compartirla. No hay necesidad de pelear, amigo…’

Renji, al detenerse, ha quedado en una posición encorvada aunque manteniendo su vista en ti, directamente a tus ojos. Sonriendo con esa tan desagradable y grotesca sonrisa que lo único que produce es una incomodidad enorme que te mantiene la piel erizada, dice ‘¿Quién soy? ¿Quiénes somos? Creo que eso no importa. O podría que sí, quizás, no estoy seguro. ¿Por qué tienes que hacer preguntas tan complicadas?’

Renji se lleva la mano derecha al rostro y la sonrisa de la calavera tatuada en su mano queda ubicada justo por encima de su boca, y escuchas claramente esa risa burlesca y chillona que te entró en pavor en un comienzo.

Renji dice ‘Comida… ¿buscamos comida? Creo que no. Tampoco necesitamos agua, pero si queremos algo de ti…’

Renji inclina su cabeza y estira aún más la sonrisa.

Retrocedes con tu pie lentamente preparándote para cualquier acción del sujeto que se encuentra frente a ti con esa posición tan rara, con los brazos prácticamente colgando desde sus hombros.

Dices ‘Yo solo te veo a ti, no sé por qué te refieres a ti mismo en plural, pero me gustaría pedirte que por favor te vayas’

Renji se parte de la risa en tu cara sin perderte de vista.

Colmillo Gris muestra los dientes y gruñe con ferocidad, preparado para atacar.

Renji dice ‘¿Por qué quieres hacer de esto algo tan aburrido? que lindos ojos tienes… los quiero’

Dices ‘Por favor vete, no te lo pediré una vez más’

Renji se parte de la risa en tu cara y de un momento a otro su rostro se enfurece.

Renji grita ‘¡ARRANCARÉ TUS OJOS DE SUS CUENCAS!’

Renji carga contra ti mientras empuja a tu lobo hacia un lado.

Esquivas el golpe de Renji, y con la vara le haces una zancadilla para que tropiece.

Renji cae y se vuelve a levantar mientras se relame los labios.

Renji dice ‘No eres tan torpe para tener tus años’

Dices ‘¡Basta!’

Renji dice ‘Pero si acabamos de empezar, ¿no querrás arruinar este momento, “Amigo”?’

Renji vuelve a cargar contra ti, pero esta vez Colmillo Gris se interpone en su camino y te defiende mientras recibe de lleno todo el puñetazo de Renji en el hocico haciéndole retroceder. Esto te enfurece y cargas contra el impactando los primeros tres golpes que le hacen perder el equilibrio y volver a caer.

Renji se levanta y se sacude las ropas, y se parte de la risa mientras se lanza por un tercer ataque, esta vez más decidido y veloz.

Colmillo Gris finta hacia un lado y se lanza como una saeta contra las piernas de Renji, sin embargo este se encuentra más atento al combate y abanica su pie impactando al lobo que sale expedido contra un árbol azotándose fuertemente.

Estiras la vara e intentas golpear el rostro de Renji, pero este lo esquiva y sujeta tu vara, y te da una estocada directa al brazo izquierdo dañando parte de tu sistema muscular. Sientes la sangre tibia recorriendo tu extremidad. Entonces lo miras de nuevo y sientes la presión que sentías al principio, sus deseos son matarte, pero ¿qué razón tendría para ello?

Retrocedes y preguntas ‘¿Por qué quieres matarme?’

Renji sacude su cabeza, no, no, no: ‘Matarte ¿yo? Yo no quiero matarte. ¿Alguno quiere matarlo? ¿Nadie? ¿No? ¿Ninguno? Vamos, no tengo todo el tiempo…’

Renji vuelve a negar con su cabeza y dice ‘Nadie quiere matarte… ¡QUEREMOS TUS LINDOS OJOS!... No puedes ser tan egoísta’

Renji se parte de la risa y carga contra ti, sin embargo Colmillo Gris vuelve al combate y muerde el brazo derecho de tu enemigo con fuerza mientras este lanza un grito visceral que rompe la poca paz que quedaba en el bosque.

Dices ‘La oscuridad a consumido tu mente, estas demente’

Renji sacude su brazo y lanza a Colmillo Gris hacia un lado, al mismo tiempo que esquiva un golpe tuyo, pero en vez de atacarte a ti, se lanza contra tu camarada, y en un golpe rápido e incisivo fractura las costillas de tu lobo que comienza a aullar de dolor. Tu rostro se enfurece y cargas con toda la fuerza que te permite tu cuerpo mientras lanzas unos gruñidos bestiales y sueltas tu arma para intentar acertarle uno que otro zarpazo, mas este los esquiva con gran agilidad parapetándose con los obstáculos que le ofrece el entorno; te estás agotando y poco a poco sientes como la vitalidad de tu cuerpo comienza a irse, entonces recuerdas la herida. Observas tu brazo que aún no ha dejado de sangrar. La sangre se desliza, desangrándote rápidamente; débilmente caes de rodillas con un rostro pálido. Has perdido casi todas tus fuerzas.

Renji se acerca y golpea tu pecho con la planta de su pie lanzándote hacia atrás, caes y te sientes débil. Entonces recibes un rápido impacto en el rostro y eres arrastrado unos pocos metros para ser amarrado contra un árbol.

Escuchas los aullidos de Colmillo Gris y gritas ‘¡DÉJALE!, mal nacido, te mataré con mis propias manos’

Renji aparece a tu lado arrastrando a Colmillo Gris desde una de sus patas traseras. Este intenta defenderse, pero el dolor de la fractura reciente se lo impide.

Renji dice ‘Como si pudieras, sabes, lo más gracioso es que este animal confiaba en ti, como si hubieses tenido alguna oportunidad’

Miras a Renji intentando zafarte de tus ataduras, rabioso y melancólico a la vez, pero tienes muchas menos fuerzas que antes.

Renji dice ‘Esto aún no termina, ojos lindos… Ja ja ja’

Renji golpea repetidas veces el hocico de Colmillo Gris hasta haberle volado todos los colmillos habidos y por haber. Te sientes impotente, pero tu falta de vitalidad no te permite ni siquiera soltar rienda a tu parte animal. Intentas moverte, intentas todo, incluso gritar, pero nada da resultado.

Dices ‘Por Favor, déjale ir’

Renji sonríe en tu dirección y saca un juego de dagas de su cintura con el cual comienza a clavar cada una de las patas estirando a Colmillo Gris en el suelo, preparándole para despellejarle vivo. Observas la cruel escena con repudio, mientras este logra desollar a tu compañero que muere lentamente por el dolor que le provoca la separación de su piel a sus carnes. Entonces emite su ultimo aullido y le vez morir.

Renji susurra ‘Pero no te preocupes, pronto le acompañarás. Luego de que te arranque los ojos de sus cuencas’

Sientes como delicadamente la punta de un estilete entra en tu cuenca ocular y comienzan a cercenarte los párpados, sientes la tibia sangre cayendo por tu rostro mientras exclamas de dolor. La hoja pasa lentamente por el borde para lograr extirpar tus ojos de tu cabeza sin daño alguno. Gritas casi sin fuerzas; el dedo de Renji entra en tu cuenca extrayendo el primer ojo para repetir la operación con el segundo. No puedes ver nada, todo ha quedado en total oscuridad y en tu mente, lo único que queda, es el firmamento de cuerpos celestes que grabaste al comienzo de la noche junto con el rostro de aquel hombre desalmado.
Lo único que identificas es el inmenso dolor mientras sientes como te arrastran, entonces tu cuerpo cae chocando por unas rocas, y quedas depositado allí en el fondo de algo mientras oyes la risa de aquel sujeto alejándose a la distancia.
Todo ha acabado; tu nariz solo capta el olor a sangre que emana de tu cuerpo, pero escuchas claramente que algo o alguien se acerca, intentas pedir ayuda, entonces sientes como un zarpazo desgarra tu pecho y el gruñido de un oso rompe el eco en la caverna.

¡TE HAN MATADO!

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