jueves, 8 de junio de 2017

De Khalindira, Sartek, Ayein e Inmortales. La noche de la profecía (III)


Participantes:
Ayein, Sartek, Khalindira, Sheriam Bayanar, Arinvar, Nevada (punto de vista neutro)

El interior de un caseron
Te habia llamado la atencion por ser mas grande y estrafalario que las demas
casas de la aldea.  Tu sorpresa aumenta al ver que hasta donde te alcanza la
vista,  el espacio  esta repleto de  estanterias con cientos de pergaminos y
libros.  Solo destaca una chimenea de ladrillos amarillentos y una gran mesa
en el centro de la estancia cubierta por entero de papeles y tinteros.

Tan pronto Arinvar dice 'estais llevando esto demasiado lejos!', un aura de Poder envuelve a Sheriam al abrazar la Fuente.

Khalindira abraza la Fuente a traves del angreal al tiempo que percibe a la otra haciendo lo propio.

Sartek se mueve hacia Arinvar fluidamente, interceptando la trayectoria de la espada que ha desenvainado el Guardián.

Khalindira teje en flujos repartidos, y hace estallar unas extrañas salvaguardas que estan en todo el perimetro de la habitacion, mientras con el otro flujo comienza a entrelazar hilos de energia.

Sartek detiene una estocada de Arinvar y sin descuidar su guardia se gira hacia las ventanas de una de las paredes.

Sartek grita 'engendros, Khalindira, los percibo ahí fuera!'

Sheriam asustada por la fuerza que la Amyrlin despliega, intenta colocar un escudo entre ella y la Fuente

Khalindira grita 'Ocupate de el primero, Sartek!'

Khalindira corta el escudo con los hilos de poder que habia empezado a tejer y se planta frente a frente con la mujer, absorbiendo mas y mas Saidar.

Khalindira dice 'Es inutil, Sheriam, esto se acaba aqui'

Sartek se convierte en la pica negra, no puede permitirse el lujo de perder tiempo amagando ataques ni valorando las estrategias de su rival, es un torbellino girando alrededor del otro hombre, concentrado en desarmarlo y golpearlo lo antes posible.

Arinvar retrocede y queda encajonado en una esquina, defendiendose

Se escuchan los aullidos de los lobos, aullidos freneticos de puro odio.

Sheriam se rie, lanzando tejidos que no consiguen alcanzar a Khalindira pero que interfieren en lo que ella se propone, para ganar tiempo

Sheriam dice 'tu crees, madre?'

Khalindira rechaza tejidos que nunca antes habia visto tratando de medir el poder real de la mujer.

De pronto la puerta estalla en cientos de astillas y un fado seguido por dos trollocs y dos mujeres abrazando la Fuente que rapidamente se coligan con Sheriam penetran en la casona.

Sheriam dice 'que me dices ahora, querida?'

Khalindira percibe como el flujo de Saidar de la Negra aumenta considerablemente

Arinvar acorralado, lanza estocadas furiosas intentando burlar la guardia de Sartek.

Sartek no puede perder de vista al Guardián, así que se mueve hacia un lado arremetiendo contra él una y otra vez y desde el nuevo ángulo estudia la situación. Por un instante, en su rostro se refleja la preocupación por el cariz que van a tomar las cosas.

Sartek gira cambiando de poses con la rapidez de un vendaval y lanza una estocada violenta que hiere a Arinvar en un muslo y seguidamente en un brazo, lo cual lo debilita.

Khalindira grita 'Sartek, cuidado!!'

Un Fado se cierne sobre Sartek con un siseo similar al de una serpiente, enarbolando una negra espada de Takandar, mientras los trollocs se separan con el fin de flanquearlo.

Advertido por el grito y el raudal de alarma que destila el vínculo, Sartek actúa por puro instinto, se deja caer para rodar a un lado, perdiendo de vista la trayectoria de la espada de Arinvar que le roza un costado.

El Myrddraal se lanza cuan rapido es en una estocada fulminante hacia la espalda del Shienariano que ha rodado al suelo. Antes de que pueda detener su ataque, el semihombre colisiona con el Guardian de Sheriam y lo atraviesa con su espada maldita.

Sheriam se sacude violentamente por la muerte de su Gaidin, emite un alarido desesperado de odio, rabia y dolor. Entonces se vuelve hacia el fado y los trollocs.

Sheriam grita 'matadlo de una vez!'

Sartek se levanta y de un solo movimiento ensarta la garganta del trolloc que se le venía encima

El otro trolloc y el fado que se ha destrabado del cuerpo del Guardian muerto rodean a Sartek

Sheriam susurra 'ahora lloraras tu, Madre'

Khalindira se mantenia cortando una y otra vez los flujos de los escudos que la otra pugnaba por colocarle, pero al ver a su guardian rodeado, distrae un segundo fatidico su atencion al intentar dividir los flujos para ayudarle.

Antes de perder toda la fuerza por la atroz ruptura del vinculo, coligada con las otras dos, Sheriam envia un fulminante escudo que le corta el acceso a la Fuente a la Amyrlin, en el mismo momento un flujo de aire le arrebata el angreal de entre las manos y varios hilos de aire aprisionan sus piernas, haciendola caer al suelo en un grito desesperado de furia, al tiempo que el vinculo se inunda de un genuino panico.

Khalindira grita 'Noooo!!!'

Sheriam recoge el angreal y su sonrisa siniestra se amplia mientras gruesas lagrimas ruedan por sus mejillas

Fuera en la noche se escucha ruido de combate, gruñidos, alaridos, los aullidos de los lobos

Khalindira se retuerce en el suelo, simulando estar aterrorizada, al tiempo que lleva la mano a la escarcela con disimulo.

Sartek siente la desesperación de Khalindira a través del vínculo, escucha  su grito de espanto pero nada de ello llega a distraerlo del combate a muerte con fado y trolloc

Khalindira tantea el escudo buscando los puntos debiles, al tiempo que con su mano izquierda coge la vara que esta oculta entre su ropa.

Por la puerta rota irrumpe Ayein seguida por nevada y otro lobo que saltan al cuello del trolloc

Khalindira, aun escudada, percibe que alguien encauza mas alla, en el patio

Tan pronto los lobos entran, los engendros se lanzan furiosos hacia ellos. El Fado sisea y aun con sus cuencas vacias, Ayein puede percibir algo que podria llamarse mirada posada sobre ella.

Khalindira presiona uno de los puntos del escudo, pero este resiste.

Ayein se queda paralizada, temblando, indefensa, recordando a su pobre bebe muerto

Varios Trollocs se acercan entre gruñidos y graznidos por la espalda de Ayein.

Nevada se interpone entre Ayein y el fado, lanzando mordiscos a sus tobillos y corvas

Sartek grita 'Ayein, muévete, reacciona, trollocs a tu espalda! Muévete!'

Ayein se estremece y sacude la cabeza, su trenza volando a los lados, y de pronto entra en furia  y ataca a los engendros junto a Nevada

El fado aprovecha que Ayein se enzarza en combate con los engendros para moverse en las sombras peligrosamente hacia ella.

Khalindira grita 'Sartek, ayudala!!!'

Khalindira puja contra el escudo pero no puede romperlo y las otras estan pasando cada vez mas cantidad de Saidar a Sheriam. El vinculo se llena de frustracion pero tambien de una ferrea determinacion.

Sartek en un segundo mira a Khalindira y mira a Ayein, ambas en la misma zona de la estancia, salta por encima de la mesa con la espada por delante y de un mandoble corta el brazo del fado, pero la trayectoria era demasiado cerrada para hacerle más daño

Fuera se oyen explosiones, un destello de luz brilla iluminando a dos lobos mas que entran en la casa y saltan sobre los trollocs que entraron detras de Ayein

Entre medio de toda esa conmocion, la pequeña perra ladra freneticamente a los engendros, recibiendo una patada que la lanza al medio de la habitacion.

Una de las Sedai coligadas con Sheriam grita 'termina con ella, los demas no importan! matala! fuera hay mas! matala y vayamonos de aqui! dejalo a el con vida, que siga llorando a sus amyrlin perdidas!

Khalindira trata de enmascarar el vinculo para que Sartek no perciba el temor que la asalta al escuchar a la Negra. Quiere al hombre lejos, no quiere que se cumpla la Profecia de Cordelia.

Sheriam, que absorbe mas y mas poder desde la coligacion con las otras dos comienza a tejer hilos de energia y fuego que se entrelazan rapidamente mientras por encima de su cabeza se forma una especie de nube negra que se desplaza girando sobre si misma en direccion a Khalindira, un tejido de oscuridad destinado a destrozarla por dentro

Al ver el extraño y maligno tejido, la Amyrlin entiende que es el fin.

Khalindira susurra 'Perdoname, Sartek...'

Khalindira sostiene la mirada desafiante frente a la Negra. Si ha de morir, lo hara con entereza. Sus sentimientos traicionan su mascara, y todo el amor y la tristeza que es capaz de sentir fluyen como una despedida a traves del vinculo.

Khalindira dice 'Matame ya, hija de la Sombra. Tu juego igualmente, ha quedado descubierto. Y tu destino no sera diferente al mio.'

Sheriam sonrie con desden, mientras que un brillo de puro odio invade sus ojos verdes, algo que se percibe aun mas intenso por las lagrimas que aun hay en ellos.

Sheriam dice 'El Gran Señor perdonara que haya quedado expuesta, si con ello consigo tu cabeza. Y el golpe a la moral de las Aes Sedai sera la estocada final que hunda a la Torre Blanca para siempre en la desesperacion y el descredito. Nadie querra ocupar la Sede Amyrlin si el resultado siempre es el mismo: La Muerte. Entonces, nos haremos con la Vara y la Estola, y usare a tus pequeñas harpias para nuestros planes. Quien sabe, quizas consigamos colocar un collar en el cuello del Dragon antes de la Ultima Batalla, o incluso convertirlo a la Sombra.'

Khalindira observa como la nube negra se acerca lentamente hacia ella, ha de ser un tejido muy dificil de controlar, ya que aun con un angreal y doblemente coligada, a la otra le esta costando mucho dominarlo.

Khalindira dice 'La Torre Blanca jamas caera en tus manos, traidora asquerosa!!'

Sheriam rie en una fuerte carcajada sin alegria, llena de perversidad.

Sheriam dice 'Es igual, Khalindira. Tu no estaras alli para verlo. Y ahora, adios. Saluda a Jhamira de nuestra parte. No sabes que hermosa se la veia con un a'dam al cuello'

La nube negra entonces parece cobrar mayor velocidad, avanzando hasta estar muy cerca de Khalindira, a punto de impactar contra ella...

(continuará)

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