miércoles, 6 de julio de 2016

De Marshem. Un sueño.





Es un nuevo día, casi no he podido dormir y eso que estaba agotada, pero mi cabeza estaba repasando y repasando todo lo que sucedió con la maestra y el giro completo que ha dado mi vida.
Rápidamente escribo en mi diario estas palabras, porque tengo que levantarme, hacer mi cama y prepararme con mis nuevas ropas para ir a tomar el desayuno.
Y me tomo el tiempo, porque tengo que describir un nuevo sueño o como se llamen estas extrañas visiones que se apoderan de mí sin ningún aviso. Fue esta mañana, al levantarme de la cama, mi vista se oscureció y vi a un chico, estaba sudoroso y se veía agotado ya que estaba en una pelea con un hombre muy alto, de cabello moreno, con una cicatriz en la nariz que parecía ser muy vieja, también me fijé que  era muy curtido en la batalla. De la nada no sé cómo ni por qué, los ojos azules de ese hombre se fijaron en mí.
Unos ojos profundos,  con una mirada muy clara y que parecía ver lo más insondable de mi ser.
Me miró, y solo me miró, no sé cuánto tiempo estuve atrapada en ese momento, pero sentí que fue una eternidad, hasta que levantó su espada y rasgó el aire entre nosotros con ella, despertándome y volviendo a la realidad y calidez de la cama en la torre blanca.
Temblorosa me puse en pié, y sin poder quedarme tranquila me paseé por la habitación, como siempre que pasaba con estas… visiones o lo que fuera, el significado era algo huidizo, lo que tenía claro es que la conexión entre ese hombre y yo sería muy profunda y que veríamos muchas batallas librarse, los dos, juntos.
Dejo estas breves líneas hasta aquí, espero al anochecer poder escribir alguna nueva experiencia.

Atentamente: Marshelm Arinshaw


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