lunes, 6 de junio de 2016

De Marshelm. En las escalinatas de la Torre Blanca.





Escalinatas de la Torre Blanca
La Torre Blanca es uno de los edificios más impresionantes del mundo. Diseñada por Aes Sedai, y en consecuencia carente del toque orgánico hallado en muchas de las obras Ogier mas exquisitas, fueron los Ogier quienes la construyeron con la ayuda de Aes Sedai manejando el Poder Único.  La torre principal  del edificio está hecha  totalmente  con piedra blanca, se alza ciento cincuenta metros sobre el suelo y mide noventa  metros de  diámetro en la base,  lo que la convierte  en la mayor estructura erigida desde la Era de la Leyenda.
Con la cara anonadada por el esplendor de la torre, pensaba en lo difícil que es el mirarla sin quedarte impresionado, por más cerca que vivas de tan magnífica estructura.
Y si, su hermosura y esplendor me ayudaron a distraerme un poco del nudo que tenía en el estómago por causa de los nervios…
Me dirigía a subir las escalinatas cuando sentí un fuerte mareo, sentí que la vista se me oscurecía y que me encontraba temblorosa mirando la silueta de la torre sobre un fondo negro, como si fuera de noche…
Brillaba como nunca y muchas mujeres entraban y salían, vestidas de todos colores, y de diferentes naciones. En la visión pude ver claramente una gran corona que se encontraba en la punta de la torre, como suspendida en el aire, y tenía tallada una frase en un idioma antiguo que no reconocí, y del que supuse o algo dentro de mí me hizo suponer que era de la era de leyenda, y su significado se abrió ante mí, mediante muchas voces que gritaban como en un coro.
Gloria a la torre blanca… un nuevo tiempo se aproxima y el entramado levantará de entre reyes al baluarte del poder…
Horrorizada miré los hilos de sangre que se perfilaban a los costados de la corona…
El precio será costoso, continuaban las voces en mi cabeza, pero justo y necesario para que la luz alcance e ilumine a quienes siguen el bien.
Las voces subían de volumen y yo sentía que mi cabeza estallaría, cuando de repente caí al suelo de rodillas con las manos en los oídos. Sentí unas manos frías que se posaban en mi cara, y escuché gritos a mi alrededor de gente que se preguntaba que pasaba y otros pidiendo ayuda. -genial, murmuré, qué bueno que no querías llamar la atención…
Muchacha? estás bien? La pregunta me hizo salir de mi aturdimiento y miré al hombre que me la hacía, parecía un visitante de los miles que llegaban a tar valon. Me ofrecía su mano, y como pude me levanté, si, dije, gracias por vuestra ayuda, solo fue un mareo, tengo varios días sin comer.
El asintió, ten cuidado muchacha, se despidió y se fue, y yo quedé mirando nuevamente mi destino final, e imaginando en los tiempos futuros, y la gloria que le será de vuelta a la torre, o eso es lo que creía había visto. Tuve un fuerte escalofrío al recordar la sangre derramada de la corona, y supe con completa certeza que mucha muerte sembrará esta guerra con el oscuro y sus engendros, mucha más de la que podamos imaginar…
Suspiré, resignada, tanto tiempo sin que se me presentara este don y justo hoy tengo una de estas extrañas visiones en las puertas de la torre blanca. Decidida a pasar de todo ello comencé nuevamente a subir las escaleras a mi nuevo destino. Y que sea lo que el entramado teja para mí, murmuré con temor.

Continuará.

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